BIENVENID@ A ESTE BLOG

BIENVENID@ A ESTE BLOG
La Esencia de la Diosa vive en el corazón de cada mujer y en el de algunos hombres sensibles que saben serlo sin perder por ello su masculinidad. Espero de todo corazón que te guste el contenido de esta página y te animo a participar en ella activamente publicando tus comentarios o utilizando el botón "g+1" para recomendar las entradas que te gusten.

martes, 10 de diciembre de 2013

NEFERTITI, La Bella ha regresado

El 2009  - Poesía de Akhenaton a su esposa y Nota de la autora
«La blancura del cielo está en tu rostro, bien adornado con la doble pluma.
Reina de una felicidad contagiosa, provista de los mejores dones de la mujer, cuya voz a todos emociona y estremece.
Señora de la gracia, inmensa en el amor, tus sentimientos reconfortan plenamente al perfecto Señor de los Dos Países…
La princesa de las Tierras del Nilo, generosa en los favores que brinda, propietaria de una dicha celestial, deslumbrante con sus dos plumas, entusiasmando con su voz a quienes la oyen, fascinando al Rey en su palacio, contenta con todo lo que sobre ella se dice.
La inmensa y muy adorada esposa del Rey, señora imperial de los Dos Países, Neferneferuatón.
La más bella se ha materializado en Egipto.
¡Sabemos que vivirá eternamente!»

Akhenatón


NOTA DE LA AUTORA

Si
observamos cuidadosamente las distintas mitologías, desde la sumeria hasta la romana, veremos que en todas coexiste un trasfondo común. No se trata de historias distintas, sino de una misma historia contada bajo el prisma particular de cada una de las culturas, que frecuentemente obedece a necesidades sociales o religiosas diferenciadas. De entre todas estas teologías, quizás sea la egipcia la más complicada; pero es también la más atractiva y, por supuesto, la más conocida.
Pero, ¿qué es lo que se esconde bajo la trama de un cuento, aparentemente increíble?
Mi libro «Yo, Isis, la de los Mil Nombres» es una novela que se adentra en los misterios de la antigua religión egipcia, en un intento arrojar un poco de luz sobre algunos de los más grandes enigmas de la Humanidad, bajo un punto de vista bastante diferente. En ella, los dioses egipcios viven, aman, mueren o caen en el olvido de la misma manera que lo hacemos cualquiera de nosotros. Pero, ¿quiénes fueron esos dioses? Y lo que es más importante: ¿qué estaban haciendo aquí?
La propia Isis nos lo cuenta en ese primer libro que me sirve de punto de partida para escribir toda una serie de novelas de contenido histórico, en las que los protagonistas son seres humanos que sienten y sufren, se dejan arrastrar por sus propias pasiones o se enfrentan entre ellos para conseguir el poder. A través de estos relatos verídicos, que respetan de forma rigurosa los detalles históricos, la Esencia de aquellos dioses primigenios, que forman parte de nuestra conciencia universal, intenta abrirse paso a través del subconsciente de sus personajes para destruir el mito de su divinidad.
Así, en «La Hija de los Dioses», el Faraón Ma’atkaRa Hatshepsut Primero describe su apasionada vida: una durísima historia de poder y de intrigas, en la que el fuerte carácter de su protagonista consigue imponerse y triunfar en un mundo de hombres, sin por ello olvidar que siente y ama como una mujer. Hatshepsut morirá como vivió: sin conceder a su espíritu la menor trasgresión de unas normas dictadas por ella misma; sin querer escuchar aquella parte de su propia Esencia que intenta guiarla hacia un mundo menos tangible.
En este libro, como en los dos anteriores, pretendo que mis personajes se expresen de forma parecida a cómo lo hacían los antiguos habitantes del Valle del Nilo. Por eso, encontraremos en él algunas palabras y modismos originales, que son debidamente traducidas y explicados en el Glosario que se encuentra al final de esta obra. Por último, resaltar que algunos pasajes escritos en cursiva han sido tomados de traducciones al castellano de los textos sagrados del Egipto Antiguo.
Aunque he procurado ceñirme a los datos históricos con el máximo rigor, «Nefertiti, el regreso de la Bella» es un relato atípico. En el lapso que separa la vida de Hatshepsut —la Reina más importante del País de la Doble Corona— de la de su homólogo Akhenatón, el Trono de Egipto habrá visto como se sentaban en él cuatro generaciones de Faraones. Sin embargo, la presente narración de empieza donde acabó «La Hija de los Dioses».
El tiempo es también una falacia que ha dejado de tener importancia para mí.
Lola Xaxo

No hay comentarios:

Publicar un comentario