"...Todos vosotros debéis comprender que la Guerra de Eones nunca
acabará, a no ser que cada uno de vosotros comprenda que el Universo habitado
no es más que una inmensa red de amor de la que todos formamos parte y en la
que todos los corazones están conectados unos con otros, formando un tejido
estelar fraterno.
Si queremos abandonar definitivamente este
planeta que llamamos Tâ en la seguridad de que hemos creado el
campo correcto para el desarrollo de una humanidad pacífica y armónica, deberás
ayudar a tus dos hermanos a entender que deben volver a entretejer la conexión
correcta, extirpando de sus corazones la creencia de que existe un enemigo.
Tâ tiene el derecho de vivir en paz y armonía.
Por eso, llegará el momento en que deberéis enseñar a los humanos cómo expandir
esta energía, esa vibración de amor que tanto necesitan, para de esta manera
poder reconectar nuevamente su sol con Kwnn.
Cada sistema solar habitado acaba adoptando
determinadas directivas y credos que le son propios y que, con el tiempo y su
procesamiento, se convierten en lo que llamamos un arquetipo. Al colonizar este
planeta, nosotros dejamos en él nuestra impronta y el arquetipo kwnnita se
convirtió en el arquetipo del linaje khem-taui, garantizando su permanencia a través de la
sangre «azul» de sus Faraones.
Es el modelo estelar de vivir en comunidad
propio de las tribus autóctonas, el patrón de conectar con las estrellas y con
la naturaleza.
No hay nada censurable en el deseo reptiliano
de poseer un linaje que les garantice el asentamiento de su propio arquetipo,
siempre y cuando se establezca bajo las normas de paz de la Confederación que
rige los destinos de nuestra Galaxia.
Los Ha y los Z-reticulianos lo han reconocido así y nosotros les
respetamos por eso, aún cuando se hayan convertido en nuestros enemigos por los
motivos que ya conoces.
Moshé, al activar los arcanos oscuros, ha
adoptado sin saberlo el arquetipo reptiliano para los apiru y
de ahí su deseo de destruir el mundo de Ramesés.
Ahora, al desvalijar algunos de los arcanos
que nosotros depositamos en Per-Aset, una gran parte de la sabiduría de Khem, que aún conserva el arquetipo kwnnita, se perderá o será transformada por la ideología
de mentes dominadas por el poder reptiliano. Per-Aset ha sido desprovista de su cúspide de oro y ya no retransmite desde Tâ. Por este motivo nosotros, desde Kwnn, hemos cortado nuestra conexión vital con
los humanos y el corazón de la pirámide ha dejado de latir. Al hacerlo, hemos
podido sentir como todo vuestro planeta se estremecía y un sentimiento de
angustia recorría el Valle del Hapi
de sur a norte.
Pero no todos los arcanos han sido robados.
Ocultos en cámaras vivientes, cuya composición y funciones escapan a la
comprensión humana, se encuentran ingenios que guardan secretos muy importantes
de la Historia
de vuestro mundo y de toda la Galaxia.
Secretos que, por su particular relevancia, nunca fueron
confiados a un género humano que, por otra parte, no estaba, ni está todavía,
preparado para conocerlos.
Estas cámaras secretas fueron
selladas por Dyehuti cuando
abandonamos el planeta hace miles de años y sólo serán abiertas a unos pocos
puros de corazón, cuando el Final de los Tiempos esté cercano. Será en aquel
momento cuando la Llave
de Plata que puede levantar el velo que cubre esos arcanos, regrese por última
vez a Tâ..."
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