¿Quién no ha hecho nunca una pompa de jabón?
¿Quién no ha jugado alguna vez con ellas?
Perfectas, etéreas, translúcidas, todas
distintas y todas, sin embargo, tan iguales.... tan frágiles y a la vez tan resistentes.
Incoloras, reflejos de una luz de mil colores, no dejarán jamás de
sorprendernos.
Una pompa de jabón es como un alma.
Algunas son grandes, ostentosas, y estallan
casi con estruendo, como si temieran desaparecer sin dejar rastro. Otras son
pequeñas, humildes y modestas: llegan al suelo sin hacer ruido y a veces
permanecen en silencio hasta que mueren. Otras quieren volar, meciéndose en el
viento mientras pueden... y otras se pierden en el infinito.
A veces pienso en Dios, con una jabonera y un
arito, haciendo pompas de jabón allá en lo alto.
De mi libro GOTAS DE ALMA
De mi libro GOTAS DE ALMA
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