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La Esencia de la Diosa vive en el corazón de cada mujer y en el de algunos hombres sensibles que saben serlo sin perder por ello su masculinidad. Espero de todo corazón que te guste el contenido de esta página y te animo a participar en ella activamente publicando tus comentarios o utilizando el botón "g+1" para recomendar las entradas que te gusten.

viernes, 31 de enero de 2014

EL OCASO DE ATÓN

Prólogo

Siempre fui suya.
Desde el primer momento en que le ví, desde siempre. Como si hubiéramos sido una sola Esencia desde que el mundo es mundo.
Pero hubo un tiempo en el que también fui de otro.
Como si algún dios malvado quisiera hacerme burla, reunió en un hombre todas las virtudes del cielo y en otro todos los dones de la tierra. Y, retorciendo el hilo del destino, los dos me amaron en igual medida.
El río soñoliento se desliza ante mis ojos con una lentitud cansada de contemplar dolores sin remiendo. El sol se está ocultando tras la que había de ser mi última morada y la luz mortecina de la tarde arrastra soledades y colores de un tiempo en que fui hermosa.
Un viento sepulcral empuja tempestades de arena y miedo, mientras recorro con la vista la Ciudad de la Luz, hoy lóbrega y vacía. Aquellos que se fueron me persiguen llorando, mientras el Hapi muere y hombres que no conozco destruyen las estatuas.
Estoy viva aún, pero por poco tiempo. Cuando la muerte llegue a relevarle, él se marchará con las manos y el corazón vacíos. Cuando decline el sol, cuando el río se vuelva frío y tenebroso.
Mientras, en la penumbra de algún lugar inexplorado, yo le veré marcharse para siempre, el alma traspasada por mi último suspiro y en los labios el frío de mi último beso.

miércoles, 29 de enero de 2014

PIEDRAS


Idéntico  valor tiene la piedra que está en la base de la montaña que la que está en la cima, siempre que ésta recuerde que es gracias a la primera que se sostiene.

lunes, 27 de enero de 2014

APENAS UNA CLEPSIDRA

¡Por fin he terminado de corregir mi último libro! Ya tocaba, después de casi dos años de sequía.
Se llamará "APENAS UNA CLEPSIDRA", en lugar del título que tenía pensado.

«APENAS UNA CLEPSIDRA» relata la historia de Olimpia de Épiro, esposa de Filipo II de Macedonia y madre de Alejandro III el Grande; una vida entre la de dos grandes conquistadores, una mujer incapaz conquistar su propia felicidad.
Condenada a muerte y confinada en la fortaleza de Pidna, a los pies del Olimpo contempla desde su ventana la mansión de unos dioses inmisericordes y, para ahogar en tinta las letras de su fracaso y de su miedo, escribe sus memorias mientras espera el momento de su ejecución.

miércoles, 22 de enero de 2014

LA MAGIA





La Magia no es solamente "el arte de conocer a fondo los secretos de la Naturaleza y provocar en ella cambios a voluntad", buscando el milagro.
Cuando la Magia es verdadera, está enfocada a provocar esos cambios en el corazón y en la forma de ver la vida del propio Mago.

ENCUENTROS




A lo largo de nuestras vidas, a veces,  se producen algunas ocasiones especiales en las que nos encontramos con alguien a quien nos parece conocer desde siempre.
Pero existen, además, encuentros extremadamente raros en los que una de esas personas nos toca el corazón. Cuando eso sucede, las almas se desnudan al primer contacto y cada una de ellas "sabe" que ambas forman parte de un núcleo común.

martes, 21 de enero de 2014

EL CULTO AL HUEVO CÓSMICO


La forma oval en templos prehistóricos como los de Malta, Tarxien, Mnaidra, Gigantia o Hagar Kim, o los simples centros de oración como el de Lepenski Vir (el poblado más antiguo de Europa) prueban el conocimiento que tenían los hombres primitivos de la forma del Universo, del origen de la vida y hasta de nuestro propio sistema energético.
Lepenski Vir es un asentamiento de la prehistoria que data de hace más de 8000 años, que desarrolló un sistema económico y socio-cultural elaborado. Sus habitantes hacían de sus casas verdaderos huevos, con base y techumbre esmeradamente curvados, en representación del gran huevo cósmico. En el interior de las cuevas hay columnas de clara intencionalidad: conocían al civilizador alado (Mercurio, Hermés, Thot...) y lo honraban disponiendo una gran columna en el centro de la caverna principal, además de otras pequeñas en cada uno de los numerosos nichos, distintivas de la feminidad universal a cuyo lado él está siempre. Además, decoraban techos y muros con el color rojo brillante característico de este dios.
El asentamiento se encuentra en Serbia, cercano al río Danubio, concretamente a su paso en el desfiladero de las Puertas de Hierro.Las principales excavaciones fueron hechas entre 1965 y 1971 a cargo de la Universidad de Belgrado.
En él se han encontrado útiles hechos en piedra y en hueso, así como hogares y numerosos objetos religiosos entre los que se encuentran esculturas únicas hechas en piedra con forma de cono que fueron la primera representación de la Diosa.
El asentamiento evidencia la transición gradual de un modo de vida de cazadores-recolectores a otro de agricultura más sendentario, típico del Neolítico. Lepenski Vir incluye las primeras obras de arte monumentales en Europa Central y Sudoriental, así como las más antiguas formas organizadas de vida social, económica y religiosa en la cuenca del Danubio.
Esta civilización ya sabía de arquitectura, urbanismo, geometría, matemáticas, astronomía, arte y a una religión que, evidentemente, rendía culto a la feminidad.

UN EXTRATERRESTRE A MI MEDIDA

Todo muere.
Una antigua profecía dice que, con los millones de años, hasta la muerte morirá.
Eso pasa también con el amor humano. La mayoría de veces nace, crece, se endurece y con el tiempo se desvanece.
Pero hay amores que no mueren jamás. 
Son esas personas que llegan a tu vida de puntillas, pero que dejan una huella indeleble. 
Son amores “hechos a medida”.
Podría parecer que vivir un amor así es una bendición, pero es todo lo contrario. 
Cuando encontramos a una persona que parece que nos la hayan fabricado a medida (en todos los sentidos de la palabra) ese amor está condenado a nacer, crecer, endurecerse… pero jamás se desvanecerá. Su recuerdo se perpetúa en los momentos vividos; momentos felices, apasionados, tiernos.
Cuando termine le buscaremos en cada persona que llegue a nuestras vidas. Pero nadie, por muchos que sean los años transcurridos después de ese amor insano, podrá llenar el vacío que nos deja la ausencia de ese ser a nuestra medida: único, excepcional, increíblemente seductor y atrayente… 
Y nadie, NADIE, conseguirá siquiera hacernos sentir una pizca de lo que ese amor imposible despertó en nosotros.
En resumidas cuentas: un amor no de este mundo hacia un ser quimérico, un EXTRATERRESTRE.

domingo, 19 de enero de 2014

MEMORIAS DE UNA REINA

Algo extraño me dice que la tarde ha detenido su marcha; el dolor por su muerte sigue vivo y el recuerdo lacera mi alma desmembrada.
Llueve.
Miro por la ventana y el agua fatigada se pierde entre mis manos; agua que furiosa insiste en mis dedos, despertando aquellos dolores enmascarados en la rosa demente, desgarrados en el abandono y en un silencio de isla, sin pájaros ni ramas.
Tal vez en la colina agoniza un centauro. Allá abajo, un perro que confunde el trueno de la tormenta con el trueno de la guerra, sigue empeñado en otra guerra en la que no distingo el ladrido del perro del de la muerte. 
Entre estos muros, exangües sombras del tiempo han venido a inquietarme, como pájaros negros que contemplan mis últimas horas.
Escribo todo lo que nunca quise ver.
Es el final, el aroma azul de la tristeza, el espesor de un óxido que hace crujir la historia.

LLAMADME OLYMPIA

viernes, 17 de enero de 2014

EL MONSTRUO DE LOS OJOS VERDES

El invierno llegó de pronto, envuelto en brumas y mantos de escarcha. El viejo Bóreas apareció a traición, la barba y el pelo enmarañados, con su túnica de nubes azotando furiosamente los páramos desiertos, mientras sus salvajes hijos trotaban sobre campos helados sin apenas rozar con sus cascos el trigo recién plantado.
Aléxandros se acuarteló en Ecbatana para esperar la primavera, dictó medidas contra los gobernantes que, siguiendo a Harpalo, habían desobedecido sus órdenes y convocó unos juegos atléticos con los que distraer a la tropa.
Aléxandros y su séquito, Roxana con sus doncellas y el inseparable Hefestión se habían instalado en el antiguo palacio de Ciro, un edificio construido enteramente en madera de cedro, cuyas columnas, frisos y techos estaban cubiertos de oro y plata y hasta las tejas eran también plateadas.
Fue en este impresionante teatro donde el monstruo de los ojos verdes puso en escena su danza más macabra. Apenas habían comenzado las competiciones cuando Hefestión se sintió indispuesto. En pocas horas, lo que parecía una dolencia pasajera se convirtió en una pesadilla de engendros del Averno que danzaban siniestramente alrededor de un parochos empapado en sudor y delirando de fiebre.
Durante siete días con sus noches Aléxandros no se separó de su lado ni un solo instante, mientras él se debatía entre la vida y la muerte. Unas veces gritaba aterrorizado, otras creía estar aún en la Academia de Mieza, cuando ambos no eran más que dos adolescentes.
—Hace calor esta noche, Aléxandros.
—Es la fiebre, mi querido amigo.
—Es el aroma de tu piel lo que provoca mi fiebre… Deja que venga a ti, desnudo y con el corazón palpitante como la primera vez que, por un extraño y bendito capricho de Pan, me colé en tu aposento de Mieza.
—No hables y descansa.
—Apenas si mis pies tocaban el suelo aquella noche. Tú también estabas desnudo bajo los lienzos del lecho.
—Pronto estarás mejor. Glaucias es el mejor de mis galenos.
—Me quedé mucho rato mirando como dormías, deseando respirar el aire que tú exhalabas, deseando…
—No deberías esforzarte…
—He jurado por los dioses que moriré si no me amas.
—Ambos juramos. Y tú ya sabes que yo te amo.
—¿Qué es el amor, Aléxandros?
Pero Aléxandros le respondió con otra pregunta.
—¿A que le temes?
—No puedo soportar compartirte.
—¿Pero qué dices? La fiebre te hace delirar.
—Roxana. No puedo imaginarte entre sus muslos después de sentirte tan mío.
—Ella es sólo mi esposa, la futura madre de mis hijos. A ti te amo más que a nada ni a nadie en este mundo.
—¿Qué es el amor, Aléxandros? —repitió.
—Amor es poseer tu alma y que tú poseas la mía. Eso que nos hace invencibles ante todas las adversidades.
—A esta no la venceremos… siento que voy a morir.
—¡No lo harás!
—Sé que estoy muriendo porque veo como tu alma se me escapa entre los dedos y no puedo retenerla; pero la mía estará siempre contigo.
—Juntos venceremos a la fiebre como tantas veces hemos vencido en los campos de batalla.
—Juntos hemos vencido, sí… pero nadie puede vencer a las Moiras.
—No hables de muerte; no estás muriendo, sólo deliras.
—¡Ya vienen!, ¡las veo!, ¡las veo! ¡Vienen a buscarme, Aléxandros! ¡¡Aléxandros!!
Era el grito desesperado de quien busca refugio como un niño indefenso entre los brazos de su amante, su mejor amigo, su único amor; con ojos desorbitados por el terror se aferraba desesperadamente al cuerpo de Aléxandros, como si realmente fuera capaz de contemplar la sonrisa desdentada y el destello infernal de las siniestras tijeras de Átropos flotando entre jirones de nieblas oscuras. A intervalos murmuraba frases inconexas, temiendo a cada momento que los labios macilentos de Láquesis pronunciasen las palabras fatídicas: “Ya no queda nada que medir”.
De mi libro LLAMADME OLYMPIA

APROVECHA EL DÍA

"Aprovecha el día. No dejes que termine sin haber crecido un poco, sin haber sido un poco más feliz, sin haber alimentado tus sueños. 
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho de expresarte, que es casi un deber.
No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo extraordinario...
No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía sí pueden cambiar el mundo.
Somos seres humanos, llenos de pasión..."
Walt Witman 

DAME UNA BELLA ROSA





"Dame una bella rosa de los tiempos antiguos"
Así cantaban los trovadores. 
Cantaban al recuerdo de un Amor mágico que va más allá de la vida y de la muerte, porque es eterno.
Una vez que ese Amor se experimenta, todo lo demás cambia y se transforma, pasando a ocupar un lugar secundario en el que ya nada más tiene importancia.

lunes, 13 de enero de 2014

NACE UN SEMIDIOS

Por fin Noto llegó desde el sur con su barba de nubes y brumas que arrastra consigo el calor del estío. El nacimiento de mi hijo se aproximaba y yo estaba inquieta porque Filipo seguía alejado de la capital.
Nectanebo, en cambio, no se apartaba de mí ni un solo instante.
La víspera del parto, dos águilas divinas se posaron sobre el tejado de mi habitación.
—Es la señal —murmuró Nectanebo entre dientes.
—¿La señal?
—Zeus y su hijo. Debo apresurarme.
Así dijo y me dejó sola. Segura de su palabra, envié un mensajero a alertar a Filipo.
A la mañana siguiente nada había sucedido y, cuando ya creía que mi amante se había equivocado, una punzada en el bajo vientre al terminar de comer, me hizo doblarme por la cintura.
Inmediatamente, todo el palacio se puso en marcha. Las matronas corrían, los físicos habían sido alertados y también el Mago de Su Majestad. Pero, mientras todos esperaban ansiosos la llegada del Heredero de Filipo, Nectanebo me obligaba a retrasar su nacimiento.
—¡Aguanta! -me ordenó con voz autoritaria, obligándome a beber una de sus misteriosas pócimas—. El momento aún no ha llegado.
Los dolores se hacían cada vez más frecuentes, pero Nectanebo me repetía:
—Resiste; has de esperar el momento.
—No puedo… ¿Cuál es ese momento?
—Los astros deben posicionarse para asegurar el futuro glorioso del Heredero. Amón te eligió y me envió a Macedonia para planificar la unión sagrada con el dios de tal forma que tu hijo, engendrado de la simiente de Zeus-Amón, naciese cuando los astros alcanzaran la conjunción adecuada y para dirigir la liturgia que había de darte un hijo destinado a ser un Héroe.
—Pero si Zeus lo ha enviado…
—Mis cálculos confirman que el Heredero ha de nacer el primer día de hekatombaion, en el mismo día del orto helíaco de Seirios mientras el signo de Amón, el Carnero, esté ascendiendo sobre el horizonte.
—¿Y cuando será eso?
—No antes del ocaso.
—No puedo retrasar el nacimiento de mi hijo.
—Sí puedes. Este bebedizo te ayudará. ¡Resiste!
Resistí, empapada en sudor y en dolores. Una vigilia de sangre por el ocaso, que llegó silencioso como el halcón que acecha a su presa. El cielo, amenazante, se había cubierto de densas nubes negras que presagiaban tormenta.
—¿Estás seguro de que conviene esperar?
—Dame la mano.
—Odio a la serpiente que me ha traído todo este sufrimiento.
—Dame la mano, Myrtale, y olvida la serpiente. Escucha como llega la noche, conmovida por tu dolor, y déjate guiar por mis palabras. Escucha cómo suena la lira sin sueño de las constelaciones, el canto de la hierba, el misterio de la leche derramada por los pechos de Hera en el río celeste.
Cerca ya de medianoche, en el mismo momento en que yo daba a luz, un gran trueno ahogó mi grito y el llanto de mi hijo. Inmediatamente, el zigzag luminoso de Zeus encendió la noche con su fuego. Una tremenda tempestad estalló de pronto con profusión de truenos y relámpagos sobre la tierra, sacudida por un fuerte seísmo. El Padre de los Dioses se regocijaba y anunciaba al Cielo su paternidad, participando así en el nacimiento de su nuevo hijo.  
Durante nueve días y nueve noches estuvo enviando lluvia a raudales; densos tapices líquidos opacaban las luces que ardían en los templos vecinos. En la ciudad reluciente y desierta bajo la lluvia, tan sólo el Tesmoforion podía distinguirse en el extremo noroeste del ágora, un homenaje de Zeus a su hermana mayor Démeter Tesmófora, la Gran Madre legisladora en cuyo pequeño períbolos de apenas diez metros seguía ardiendo, como un prodigio de la diosa, la llama del altar central; el mismo altar y tal vez la misma llama que un día contemplara el ritual secreto, exclusivamente femenino, de mis votos nupciales.
De mi libro LLAMADME OLYMPIA

sábado, 11 de enero de 2014

SUEÑOS


Anoche te soñé junto a mi almohada
y percibí tu voz, sentí tu aroma
y el alma se me abrió como una rosa,
al calor suave de la madrugada.

Anoche te soñé y, en la alborada,
mis lágrimas bailaron de alegría.
Anoche te soñé y, al despertarme,
vi brotar una flor en mi almohada.

Anoche te soñé;
sueños de niña y corazón de hada.

De mi libro POEMAS DE UNA EXTRATERRESTRE

A UN AMIGO DEL ALMA

Me duele tu dolor, me duele el alma de sentir como das palos de ciego. Me duele no saber como ayudarte, tan lejos como estoy... tanto me alejas.
¿Cómo puede un volcán fundir el hielo?
Te quiero. No con el corazón; te quiero con el alma, porque es así como se ama a los amigos y me duele tanto amarte en la distancia sin que veas en mí tu mano amiga.
Nuestra amistad ha trascendido el tiempo y el espacio; ha superado vidas y ha seguido, porque es intemporal, porque es eterna. Dos almas que se funden para siempre no se separan nunca, aunque lo intenten.
Y yo lo siento así... no tengas miedo. El miedo es la pequeña muerte que encadena tu alma a tus errores.
Levanta la cabeza, mira al Cielo. Echa arrojo a la vida y ve de frente. No mires hacia atrás; quema tus naves y, si es preciso recoger los restos del naufragio, cuenta con alguien que, en tu distancia, sigue creyendo en ti: Cuenta conmigo.
De mi libro "GOTAS DE ALMA"

viernes, 10 de enero de 2014

HIJOS DE LA DIOSA

El sol ya se ha ocultado detrás de un crepúsculo rojo y caen las sombras sobre el viejo altar de piedra. El eco de la montaña repite el aullido lejano de un perro, mientras que los animales nocturnos del bosque despiertan a una nueva aventura.
Mudas, sigilosas, unas sombras surgen despaciosamente de la espesura y se reúnen en el claro, frente al ara. Van cubiertos por un manto del color de la tierra y, verdaderamente, parecen fundirse con ella, una unidad con el paisaje. Vibran con el canto de los elementos.
En silencio, dibujan un círculo blanco en el suelo, con símbolos extraños. La luna llena se eleva lentamente en el horizonte: muy grande, amarilla y radiante. A medida que asciende se vuelve más clara, alarga las sombras de los árboles y de los encapuchados, y llena de luz las túnicas blancas bajo el manto marrón.
Hombres y mujeres forman también un círculo alrededor del dolmen y musitan algo entre cántico y oración. La tenue luz lunar llena ahora de magia el lugar sagrado y arranca los destellos de algunas espadas.
Silencio de nuevo. Surge de la tierra una fuerza extraña y todo el bosque calla.
Una nueva sombra se acerca ahora al círculo, lentamente. Su manto negro y plateado arrastra por el suelo, barriendo a su paso algunas hojas muertas. Su voz firme rompe el silencio y resuena en los montes vecinos. Sus brazos alzados reclaman presencias invisibles. La luna ahora está en su cenit y un rayo plateado ilumina su cara y su pelo como una presencia casi fantasmal, etérea.
“Invoco en mi los poderes de la Tierra,
de la Triple Diosa, la Doncella,
la Madre, la Anciana…”
Pronuncia las palabras melodiosamente y parece elevarse y crecer a cada paso. Sus facciones cambian, se desdibujan y se vuelven dulces unas veces, feroces otras. Todo el grupo se mueve ahora como un solo ser. El claro se ilumina con una luz distinta casi dorada.
“…háblanos ahora, usa este canal y manifiéstate…”
Una vez más se produce el milagro: uno de los miembros admite en su cuerpo a una Presencia que habla a través de él. Después cae en un profundo trance del que luego despierta para no recordar. Las fuerzas del Más Allá han acudido y han dado respuestas. El oráculo ha hablado.
La voz resuena de nuevo.
“Gracias a Ti, que nos has permitido esta noche…”
Después, tan silenciosamente como llegaron desaparecen. El bosque recobra los mil sonidos de la noche. Y, mientras, la luna, redonda y blanca, sonríe mientras arrastra por el cielo su manto de estrellas.
“¡Vinieron mis hijos!”

De mi libro GOTAS DE ALMA

CANTO DE LA GRAN MADRE

Soy la gran madre, adorada por toda la creación
y existente antes de su conciencia.
Soy la fuerza femenina básica, ilimitada y eterna.
Soy la casta Diosa de la Luna. La señora de toda magia.
Los vientos y las hojas en movimiento cantan mi nombre.
Uso la media luna sobre mi frente,
y mis pies descansan sobre los cielos estrellados.
Soy los misterios aún no resueltos,
un camino recién acometido.
Soy un campo no tocado por el arado.
Regocijaos en mí y conoced la plenitud de la juventud.
Soy la madre bendita, la amable Señora de las cosechas.
Estoy vestida con la profunda y fresca maravilla de la tierra
y el oro de los campos llenos de grano.
Las mareas de la tierra son regidas por mi;
todas las cosas se realizan de acuerdo a mi estación.
Soy refugio y curación.
Soy la madre dadora de vida, maravillosamente fértil.
Adoradme como la anciana sabia,
guardiana del continuo ciclo de muerte y renacimiento.
Soy la rueda, la sombra de la Luna.
Gobiern
o las mareas de mujeres y hombres,

y doy liberación y renovación a almas abatidas.
Aunque la oscuridad de la muerte es mi dominio,
la alegría del renacimiento es mi regalo.
Mis nombres son múltiples fortalezas,
Vierto magia y poder, paz y sabiduría.
Soy la eterna doncella,

Soy la Diosa de la Luna, la Tierra y los mares.
Madre de todo y anciana de la oscuridad

os doy bendiciones de amor ilimitado.

martes, 7 de enero de 2014

HEKA, la Magia en el Antiguo Egipto

Tres cosas explican cómo trabaja la magia:


el poder creativo de los pensamientos (Sia)
el poder creativo de las palabras (Hu)
el poder creativo de la acción guiada por Ma'at (Heka, que trae nuestras ideas para que den fruto)

Heka es el poder detrás de la palabra hablada, mientras que Hu es simplemente la Palabra dicha con autoridad -es interesante notar que la Palabra dicha con autoridad es un Nombre de Dios en la religión Kemética-. Juntos, Sia (sabiduría), Hu (declaración de poder), y Heka (poder mágico) son niños de Ra, nacidos de la sangre de su pene en un acto de auto castración, indicando que él les daba nacimiento por medio del sacrificio de su virilidad, y afirmando así su aspecto Netjeret o poder femenino. 
Lo que esos tres nombres significan en la práctica de Heka es el verdadero conocimiento y en magia un encantamiento correcto debe ir acompañado de una acción correcta. Somos seres poderosos, y podemos manifestar cualquier cosa en mera existencia al pronunciar unas pocas palabras, siendo guiados por nuestras visiones. Las palabras construyen la realidad. Ellas envían ideas hacia el mundo para materializarlas dentro de la realidad. Ellas hacen nuestros pensamientos firmes y sólidos, y son cruciales en el proceso mágico/creativo. La pasión y el sentimiento que depositamos en Heka fortalece la magia.
La Magia es un proceso creativo. La terminación de la palabra mágica, o del proceso de creación, requiere tiempo, al igual que sembrar semillas en un campo requiere atención, dedicación, cuidado, nutrición y paciencia antes de que pueda producir frutos. La vegetación crece y se desarrolla a su debido tiempo. De la misma manera el trabajo mágico se desarrolla a su debido tiempo. También necesita ser ocultado o protegido. Como un cuerpo que se desarrolla dentro del útero; esto también es mágico. Es mejor, cuando la magia se ha ejecutado, que los detalles del trabajo mágico se guarden de manera confidencial. El trabajo mágico debe ser individual y personal, especialmente durante sus diferentes fases para que la energía no se disperse y se pierda, y para que las energías opuestas no estorben el trabajo que estamos realizando. La concentración y la privacidad son cruciales.


lunes, 6 de enero de 2014

PADRENUESTRO

          Padre nuestro:
          Soberano de todos los Cielos y de todas las tierras, de cuyo nombre ya todos nos hemos olvidado,
 No permitas, Señor, que tu Perfección, que debería resplandecer en todos nosotros, se empañe con los odios y la envidia.
No consientas, Señor, que a nuestros oídos ensordezca tu Voz con el fragor de las bombas.
Que tu Voluntad, eficaz en todo y por todo, sea nuestra voluntad de no combatir la guerra con la ira, los hurtos, el vandalismo y el pillaje.
Se nos perdió el pan de tu Amor, Señor, y ahora deberemos buscarlo entre los escombros que ha sembrado nuestra inconsciencia.
Perdónanos, Señor, porque no sabemos lo que hacemos ni lo que decimos.
Concédenos la capacidad de perdonar a quienes no conocemos, pero que sin embargo nos creemos dignos de juzgar, aún sin conocer los verdaderos motivos de sus actos.
No nos dejes caer en la tentación de pensar que somos mejores porque decimos NO a la guerra, utilizando la misma violencia. 
Líbranos, Señor, de nuestro propio mal y de nuestra soberbia, que de los males ajenos ya creemos nosotros que sabemos como librarnos. 
Para que así, Señor, podamos ser dignas chispas de Ti por toda la Eternidad. 
Que así sea.
               De mi libro "GOTAS DE ALMA"

¿UN CUENTO DE AMOR?


Hace ya muchos, muchísimos años, cuando el mundo aun no era mundo, sobre la inhóspita superficie desierta de un planeta perdido en la Creación, en un sistema solar todavía ignoto, vivía la Reina de las Nieves.
Era el ser mas bello que jamás ojos humanos puedan lIegar a contemplar. Su  espesa cabellera oscura enmarcaba un rostro de facciones delicadas, de piel blanca coma la nieve. Sus labios de un rojo intenso solamente dejaban escapar suspiros que resonaban como un viento polar en las estepas heladas y aquellos inmensos ojos negros estaban siempre tristes.
Vivía en un palacio maravilloso en el que todo estaba hecho de nieve. Sus gruesos muros estaban formados por bloques helados. Del techo pendían espléndidas arañas de hielo. Los cortinajes, las alfombras e incluso sus propios vestidos estaban confeccionados en una delicadísima trama de estrellas de nieve. De hielo eran las mesas, las sillas y su cama. El frío habla confeccionado para ella verdaderas filigranas con las que adornarse, platos y copas para su uso, espejos y hasta juguetes con los que aliviar sus largas horas de soledad.
Pero no estaba completamente sola.
En las entrañas del planeta, atrapado entre masas de mineral incandescente, prisionero para siempre en un infierno de fuego y magma, vivía el Rey del Fuego. Era robusto y viril, franco y osado. Su piel era de bronce, sus ojos Ilameantes. Sus cabellos cobrizos ondeaban a cada movimiento de su cabeza como el fuego en el hogar. A pesar de la fuerza que emanaba de ella, su mirada expresaba nobleza y valor, pero también un dolor interno que no podía ni quería dominar. Algunas veces, este dolor se hacía tan intenso, tan insoportable, que lIegaba a dominarle por completo.
En esas ocasiones dejaba en libertad toda su furia contenida, toda su rabia. El planeta entero se conmocionaba. Su genio era terrible. Bufaba, se revolvía y rebullía en las profundidades, provocando tremendas explosiones, que ocasionalmente lIegaban hasta la superficie provocando cráteres por los que salían despedidos trozos de mineral incandescente, fuego y lava que se solidificaba instantáneamente al entrar en contacto con el helado mundo exterior. Otras veces sus bufidos provocaban pequeños orificios que dejaban escapar fumarolas de gases de alta presión, que terminaban por fundir los hielos formando géiseres de una belleza incomparable.
En su otra cárcel de cristal, Nieves sentía entonces temblar el suelo baja sus pies y sus ojos se lIenaban de lagrimas que, al caer, se deslizaban par los parajes helados formando glaciares eternos. La fuerza incontenible de su amor por él se condensaba en el exterior formando auroras boreales que teñían los cielos de hermosos colores. 
Tiempo atrás, tanto, tantísimo que ambos hablan perdido ya la cuenta, Fuego y Nieves hablan sido Uno sólo. Constituían la Unidad perfecta, la pareja ideal.
Ambos eran hermosos como dioses y tan perfectos que nada podían ambicionar ni envidiar. Durante siglos hablan vivido el uno para el otro, complementándose mutuamente. Cada uno de ellos vela la vida a través de los ojos del otro, tal era el amor que se profesaban. De hecho, su amor era tan fuerte y profundo, que cada uno vela en el otro la perfección de su Creador. Cada uno sentía en sus venas el latir de la energía divina, porque ambos eran como un sólo ser.
La compenetración que sentían los hacía iguales y esa igualdad no necesitaba ser comprendida.
Y, en cambio, existían diferencias en ellos. y esas diferencias les lIenaban de confusión. Cada uno de ellos necesitaba comprender cuales de sus diferencias eran mejores. Que o cual atributo seria mas bello o mejor.

 - Sin duda su figura es mucho mas armoniosa, su cabello mas suave, su piel mas aterciopelada, su voz mas dulce. Nada puede igualar la precisión de .su criterio, ni la certeza de su intuición. Es tierna, receptiva y tiene el don de la comprensión. ¿No es en realidad su cuerpo lo mas perfecto que puede hallarse?
- Él es mucho mas fuerte, su cuerpo mas musculoso. Es rudo, pero valiente y audaz. Es cálido y protector. Sabe cómo y cuando decidir, cómo mandar, cómo amar... ¿Podría yo encontrar algo mas perfecto que él?
Poco a poco, fueron volviéndose tímidos. Su amor no había cambiado, pero las diferencias que apreciaban entre ellos, les hacia sentir de forma distinta. Un día tras otro examinaban sus propios cuerpos y la comparación siempre les dejaba insatisfechos. Cada uno creía que el otro era mejor. Así, cada uno empezó a ser consciente de sus propias imperfecciones.
Y la perfección con la que Dios les había creado se oculto tras la percepción de sus pretendidas imperfecciones.
Pronto hicieron lo mismo con sus valores morales y, al cabo de poco tiempo, empezaron a analizar sus sentimientos y el amor que sentían el uno por el otro, hasta que ninguno de los dos fue capaz ya de descubrir los rescoldos del amor que habían sentido el uno por el otro.
Finalmente, acabaron por separarse. Aquella hermosa unidad quedo rota y la obra de su Creador comprometida.
-"Habéis comprometido mi Obra, habéis pecado contra mi. Deberéis ahora pagar la pena que habéis merecido con vuestro pecado. y ya que no deseáis la Unidad, os condeno a vivir en el mismo mundo, pero sin poder veros. Viviréis eternamente, pero jamás podréis uniros. Cada uno sabréis de las penas del otro, pero nunca podréis consolaros".
Ella fue condenada al destierro, a vivir sobre la superficie del planeta inhabitado, entre hielos eternos; él fue encerrado en sus mismas entrañas, allí donde el calor era mas intenso.
Y así habían seguido, durante doce mil años.
Ambos habían tenido tiempo de reflexionar. Entendieron que el uno no era nada sin el otro y se sintieron decepcionados y desilusionados. El dolor de la separación había debilitado sus cuerpos. Sus ojos habían dejado de brillar. Sus corazones habían lIegado a olvidar lo que era el amor, porque su falta de ilusiones les había sumido en la mas honda desesperación. El tiempo había ido borrando aquellas diferencias que habían buscado uno en el otro, y ya ni siquiera recordaban qué fue aquello que les impulso a encontrarlas. Finalmente habían comprendido su error, aceptado su castigo y lIoraban amargamente su pecado.
Y Dios, por fin, se apiadó de ellos.
Un día, la furia incontenible del interior se desato con tanta fuerza, que provocó un inmenso cráter por el que Fuego salió a la superficie. Nieves salió de su prisión helada. Ambos se quedaron mirándose, incapaces de reaccionar. Contemplaron sus cuerpos cansados y se miraron a los ojos. Y entonces, solo entonces, comprendieron la verdad y supieron algo que jamás habían sabido. jNo habían diferencias entre ellos! o, al menos, ya no las veían, porque ahora eran capaces de ver por encima y mas allá de las imperfecciones del otro. Sus ojos empezaron a brillar de nuevo. ¿O eran acaso lagrimas de felicidad? .
Su largo cautiverio les había enseñado humildad y ahora ellos eran la perfección de su amor.
Los cielos se abrieron con misericordia, dejando brillar un sol que ilumino su descubrimiento. Las nubes negras de su confusión se disiparon para siempre y ellos volvieron a la juventud.
Avanzaron el uno hacia el otro y se fundieron en un estrecho abrazo que devolvió el vigor a sus cuerpos debilitados. Pero el abrazo duró apenas un instante: el calor abrasador del amor de Fuego no hizo más que derretir la serena ternura del cuerpo de Nieves, que se convirtió en agua entre los brazos de su amado. El, a su vez, sintió como todo su ser se iba desintegrando al entrar en contacto con aquel liquido precioso, fundiéndose con él a medida que su cuerpo se apagaba: ambos, Fuego y Nieve, estaban transformándose en una nube de vapor que ascendía vertiginosamente hacia el cielo.
Se habían convertido, de nuevo, en un solo ser.
Ebrios de felicidad, vagaron por el espacio disfrutando de la alegría inenarrable de su perfecta unión. Dieron tumbos, volteretas de felicidad, se dejaron arrastrar por las brisas y flotaron suavemente sobre las estepas desiertas. Finalmente, se convirtieron en una fértil lIuvia fina que cayó sobre el planeta durante muchos días con sus noches, hasta que las tres cuartas partes de la superficie se Ilenaron de agua.

Y aquel ya no volvió a ser nunca mas un planeta deshabitado: AlIí, en el seno de aquellas aguas surgidas de su unión, floreció la vida. 

De mi libro CUENTOS DE NIÑOS PARA MAYORES

domingo, 5 de enero de 2014

LA HIJA DE LOS DIOSES

Este booktrailer es, con diferencia, lo único presentable de mi libro "La Hija de los Dioses". 
A todos los que lo habéis leído debo pediros disculpas y a los que tenéis intención de leerlo, rogaros sinceramente que no lo hagáis.
Con motivo del Día del Libro celebrado en 2012 fui invitada a pronunciar una conferencia sobre esta obra y se me ocurrió la idea de darle un repaso porque, tras cinco libros escritos con posterioridad, pensé que sería bueno refrescarme la memoria sobre qué había escrito sobre la Reina Hatshepsut y qué no. 
No me gusta leer en la pantalla del ordenador, así que cogí uno de los libros impresos y..., ¡cual no sería mi sorpresa al darme cuenta de la cantidad de errores tipográficos, supresión de la mayoría de mayúsculas donde debería haberlas y profusión de comas donde no debería haberlas! Hasta tal punto distorsiona el texto este exceso de comas, que hasta mí me ha resultado difícil entender lo que yo misma había escrito.
En fin, el resultado final es una chapuza sin disculpa posible ni para la editorial ni para mí que, a falta de poder repasar las galeradas (sacaron el libro al mercado sin más) debiera haberlo leído en cuanto salió y haber demandado a los responsables de semejante "corrección" de un texto que no precisaba ser corregido; al menos para convertirlo en algo mucho peor, cuyo sentido ha sido totalmente cambiado. 
Eso por no hablar de la falta de acentuación de algunas palabras.
Por lo visto, todavía existen personas que se dedican a este oficio de editar libros y no saben que sólo de "solamente" se escibe con acento y solo de solitario sin él. O que a la frase "No deseo otra cosa", si se le coloca una coma detrás del "No" acaba diciendo todo lo contrario.
Me siento profundamente avergonzada de este libro que podía haber sido muy distinto si las cosas hubieran ido de otra forma. Pero a estas alturas no me queda más que disculparme públicamente y deciros que, si no lo habéis leído, no vale la pena de que lo hagáis; su lectura se hace densa y pesada y mucho me temo (porque eso todavía no lo he comprobado) que pueden faltar partes importantes de lo que en su día fue escrito. 
No tiene nada (o muy poco) que ver con "YO ISIS la de los Mil Nombres", el libro anterior que fue publicado por la Editorial Kier de la que no tengo queja , sino todo lo contrario. 
En cuanto a "La Hija de los Dioses", quizás dentro de algunos años pueda reeditarlo en condiciones y para entonces prometo ocuparme a fondo de que lo que ha pasado no vuelva a suceder y de que esa historia y la recreación del ambiente de la época vean la luz de una forma más seria y responsable.
No me queda más que daros las gracias por vuestra atención y por haberme leído.

MAGIA


Un cruce de miradas, un suspiro, ese gesto gentil, ese detalle inesperadamente tierno, el roce de una mano, una palabra suave. Es entenderse sin mediar palabras, es conocer el fondo de tu alma, sentir que tú eres yo y yo tu aliento.


Ilusión, pasión, comprensión, silencio. La magia del amor es sólo eso.